Mis clientes han superado toda una variedad de obstáculos como:

 

• Ansiedad por el posible fracaso.
• Falta de habilidad realista planificando el temario.
• Capacidades de estudio (memoria, comprensión, etc.) “oxidadas”.
• Dudas acerca de las propias capacidades.
• Demasiado severo y exigente con uno mismo.
• Temor a quedarse en blanco en el examen.
• Sentimiento de monotonía en el estudio.
• Poquísimas actividades lúdicas.
• Distracciones: internet, móvil, televisión, etc.
• Una planificación deficiente.
• Una sensación de que se avanza poco.
• Sentimiento de autoestima fluctuante.
• Aislamiento social.
• Comparaciones odiosas, con otras personas que “supuestamente” están más preparadas.
• Insomnio o irritabilidad.
• “Los que ya trabajan viven mejor”, con lo que se crea un sentimiento de pérdida de tiempo.
• Presión por aprobar del entorno familiar u otros.
• Perfeccionismo excesivo.
• Pensamientos catastrofistas.
• Sensación de no llegar a todo el temario.
• Nunca hay suficiente estudio.
• Miedo a fracasar.

 

¿Quieres asegurarte que es apropiado este tipo de trabajo para tus objetivos?

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